jueves, 25 de abril de 2013

ELLY AMELING - SENTIMENTAL ME


Desde el principio de la era de las grabaciones todos los cantantes líricos se han sentido tentados a incorporar a sus repertorios lo que podríamos denominar como "música popular". Enumerar aquí los innumerables registros dedicados por cantantes de primera fila a este tipo de grabaciones sería una tarea imposible. Todos tenemos en mente los discos publicados por Placido Domingo o Kiri te Kanawa en época reciente así como las variadas grabaciones dedicadas a las canciones napolitanas por tenores de todo tipo y calado (Giuseppe di Stefano, Franco Corelli, Enrico Caruso, etc.) por poner algunos ejemplos.

Por descontado, no estamos ante el mejor disco de Elly Ameling, pero si ante un más que digno cambio de estilo pisando un terreno en el que otras cantantes han fracasado estrepitosamente. Como siempre la soprano utiliza su inteligencia para acercarse a estas piezas sin utilizar sus medios vocales de cantante lírica, aligerando la voz y ocultando hábilmente la impostación natural de una voz más habituada a otros repertorios.

El resultado es sorprendente por la naturalidad de la interpretación y todo el disco tiene un agradable ambiente digamos de "Night Club" que se deja disfrutar sin estridencias. La voz aniñada de la soprano se vuelve aquí sensual y susurrante llenado el canto de volutas imperceptibles en los finales de las frases que aligeran el resultado final aprovechando todos los medios expresivos naturales de su instrumento.

Como siempre, Elly Ameling parte de una exquisita pronunciación "marca de la casa" habitual en todas sus grabaciones.

El grueso del disco está dedicado a canciones de Gershwin, Ellington y Porter con algún añadido perfectamente acoplado.

El acompañamiento de Louis van Dijk al piano y de John Clayton al bajo se suma al nivel artístico de la soprano mimando la voz de la cantante a la que siguen de forma natural sin que resulte forzado en ningún momento.

El disco fue grabado en 1984 y publicado por Philips primero en formato Lp y posteriormente editado en CD para terminar incluido dentro de la recopilación The Artistry of Elly Ameling aparecido en 2003 para celebrar el 70 cumpleaños de la cantante. Actualmente resulta bastante complicado encontrarlo en el mercado de venta.


Un disco ideal para el fin de semana que se acerca adecuado para escuchar sin prestar demasiada atención pero que seguro nos dejara un agradable sabor de boca que llevará a mas de uno a repetir la escucha.


lunes, 22 de abril de 2013

KIRI TE KANAWA - SONG RECITAL


Uno de los discos mas raros de la discografía de la soprano neozelandesa Kiri te Kanawa por centrarse en un repertorio poco transitado a lo largo de su carrera. De hecho solo grabó, años después, otro recital de canciones con acompañamiento de piano para el sello DECCA que, como éste, es bastante difícil de encontrar en el mercado de venta. 

Escuchándolo nos damos cuenta rápidamente porqué no ha sido un camino habitual en la carrera de esta gran soprano lírica ya que, salvo aciertos puntuales, el recital queda lastrado por una monotonía en la expresión que, pese a su brevedad, puede llegar al aburrimiento. El disco transita por los mundos de Schubert, Schumann, Wolf, Fauré , Duparc y Walton con una unidad estilística bastante incoherente. 

Los mejores aciertos los encontramos en las piezas de carácter estático, Nacht und Traume (Schubert), Du bist wie eine Blume (Schumann), L´invitation au Voyage (Duparc), Apres un reve (Faure) que se adaptan como un guante al estilo lírico del canto de la soprano. En todas las piezas cantadas, Kiri te Kanawa se acerca con un concepto bastante más operístico que camerístico lo cual es una opción totalmente válida aunque no sea la deseable.

En 1979 su voz se encontraba en un punto culminante y lejos del amaneramiento que en años posteriores empañaría casi todas sus interpretaciones. Los agudos son resueltos con una proyección envidiable y la línea de canto se muestra pastosa, lírica en extremo y con un sentido del legatto modélico. 

Descubierta en 1969 por Georg Solti en unas pruebas para cubrir el reparto de Las Bodas de Fígaro (Mozart), su carrera despega en 1971 con su presentación como la Condesa de Almaviva de la citada obra en la Royal Opera House (Convent Garden de Londres), un papel que registraría con Solti una década mas tarde.

Estos primeros son los años de Mozart ampliando su repertorio a los principales papeles de las obras más importantes del compositor de Salzburgo (Pamina, Donna Elvira, Fiordiligi...) y acercándose timidamente a los papeles mas líricos de Verdi y Puccini. (Simon Boccanegra, Otello, La Boheme, La Rondine...)



A partir de la década de los 80 Kiri te Kanawa sienta cátedra en los personajes mas líricos de Richard Strauss dejando grabaciones modélicas de Arabella, La Mariscala (Der Rosenkavalier) y la Condesa Madeleine (Capriccio) a la vez que se acerca a algunos papeles de corte más dramático sin perder su enfoque lírico personal que ha caracterizado las actuaciones toda su carrera.



Varios acontecimientos durante la década de los 80 la convierten en una de las sopranos más internacionalmente conocidas. En 1981 se convierte en la cantante más vista en el mundo entero gracias a la retransmisión por Eurovisión de la Boda de Carlos de Inglaterra con Lady Diana Spencer en la que fue invitada a cantar un extracto de un oratorio de Handel, en 1984 Leonard Bernstein la elige para interpretar el papel de María en la grabación de una nueva versión de su musical West Side Story,  y en 1985 participa en la grabación de algunas de las arias interpretadas en la película "Una habitación con vistas" del director británico James Ivory.



Paralelamente a su carrera operística ha transitado por mundos aparentemente alejados de la lírica dejándonos grabaciones de obras de Cole Porter, Michel Legrand, Kern, Gershwin y el musical norteamericano que gracias a su voz adquieren una nueva dimensión y cuya difusión ha servido de acercamiento de su figura al gran público como puerta de entrada al mundo de la lírica.

Desde finales de los 90 se ha retirado lentamente de los escenarios para centrarse en su vida familiar eligiendo para su despedida de los escenarios en 2010 el papel de La Mariscala (Der Roserkavalier).



El disco ha sido objeto de re-edición por la discográfica en los años 90 pero por su interés he preferido añadir aquí la portada de la edición original en disco que, personalmente me parece mas adecuada como testimonio de una época y un estilo en la forma de editar las portadas discográficas que, lamentablemente, se está perdiendo en favor de abstracciones bastante ajenas a la música.


domingo, 21 de abril de 2013

VERDI - LA TRAVIATA - MARIA CALLAS & ALFREDO KRAUS - LISBOA 1958


Durante muchos años los aficionados a la lírica y los seguidores de María Callas se han tenido que conformar con grabaciones en vivo de La Traviata realizadas por la soprano griega y que presentaban problemas acústicos que impedían acercarse al mito de su interpretación en condiciones de sonido adecuadas. Su única grabación en estudio fue realizada en 1953 junto a unos compañeros inadecuados (Albanese y Savarese) y una dirección (Santini) pesante y fuera de estilo en un momento en el que la diva aun no había terminado el proceso de interiorización del personaje que no llegaría hasta 1955 en las representaciones de La Scala bajo la dirección de escena de Visconti y la batuta de Giulini. Una producción que ha pasado a la historia de la Opera y que fue registrada, si bien con un sonido deficiente, y publicada por varios sellos discográficos.

En marzo de 1958, la Callas realiza una pequeña gira "Ibérica" que se inicia en Madrid con un recital efectuado en el Cine Monumental del que no ha quedado registro alguno y, unos días después, finaliza con dos representaciones de La Traviata en el Teatro Nacional de Sao Carlo de Lisboa de las que, por suerte, si ha llegado hasta nosotros la correspondiente grabación de la primera función del día 27.

Sin embargo, hasta el año 2000, las ediciones que nos llegaban de esta velada presentaban un sonido oscuro y reverberante, incluida la edición publicada en 1980 por la EMI que alejaban del oyente las voces y la orquesta como si la fuente de la toma hubiera estado colocada lejos del escenario. Casi todas las ediciones se basaban en las cintas entregadas por el Teatro al tenor protagonista de las representaciones, Alfredo Kraus, sobre la base de la grabación realizada por la Emisora Nacional de Radiodifusión Portuguesa (RDP) que retransmitió el evento a todo el país y que carecían de la adecuada calidad sonora.

Las cintas originales de óxido de hierro fueron guardadas en los archivos de la RDP. En los años 70 fueron trasladadas a cintas de cromo y de nuevo archivadas hasta que en 1994 se realiza una remasterización digital del sonido que le devuelve toda la brillantez original. En 1997 se redescubren las cintas por una serie de casualidades que suponen la reposición de la grabación mediante una retransmisión radiofónica que deja en evidencia el tesoro que hasta ese momento había permanecido oculto y preservado.

A raíz del éxito de esta retransmisión los responsables de la RDP se deciden a realizar una edición especial conmemorativa de solo 2000 ejemplares que fue entregada como regalo de cortesía de la emisora sin que haya llegado a ser objeto de una edición comercial hasta la fecha.

Muchos de los que escuchen por vez primera esta nueva edición que hoy traigo aquí notarán de inmediato la diferencia con anteriores ediciones comerciales. El sonido es puro y cristalino y, pese al algunos escasos momentos de saturación y el hecho de ser una grabación monoaural, nos permite una escucha extraordinaria de la musica que, reproducida en nuestros equipos, parece generarse milagrosamente en el momento de la escucha como si fuéramos testigos excepcionales de la primera retransmisión.

Es posible que la crítica prefiera el acercamiento a las grabaciones de la velada de 1955 en La Scala por contener la primera interpretación "madura" del personaje realizada por María Callas, sin embargo, y aunque ya en 1958 aparecen los primeros problemas vocales de la Diva, esta nueva grabación, restituye en todo su esplendor sonoro la madurez vocal de la griega en su acercamiento al personaje y su drama.

La dirección orquestal del maestro Ghione también se nos aparece más fresca e inspirada que en anteriores publicaciones y las prestaciones vocales del resto de protagonistas parecen dejarse arrastrar por el "fuego griego" ofreciendo unas interpretaciones de referencia, un extraordinario Kraus como Alfredo Germont en los inicios de su carrera (y que fue definido por la misma Callas como su mejor Alfredo), y un mas que suficiente Mario Sereni como Giorgio Germont, 

De la interpretación de la Callas poco puede decirse, irónica y esperanzada en el primer acto, abatida por la realidad en el segundo acto para terminar desolada en el acto final, encuentra acentos nuevos para acercarnos de forma descarnada el drama de Violetta dominando colores, respiración e interpretación hasta ponernos en algunos momentos literalmente los pelos de punta. 

Si hubiera que destacar algún momento quizá habría que hablar del desvanecimiento en un hilo de voz del agudo final del aria del tercer acto "Addio del Passato" y, sin lugar a dudas el estremecedor agudo mantenido durante más de 12 segundos tras el duo con el tenor del mismo tercer acto al inicio de la frase Ah! Gran Dio morir si giovine! Es en este tercer acto donde la soprano encuentra los acentos mas desgarradores poniendo al servicio de la interpretación toda una paleta de recursos vocales y colores que dejan al oyente literalmente exhausto. La Callas reduce la voz hasta convertirla, en algunos momentos, en un hilo imperceptible como si quisiera ahorrar energías para alejar el momento de su muerte. El conjunto final mantiene durante toda su ejecución una desolación gracias a la portentosa interpretación de todos los protagonistas incluyendo una orquesta que por momentos avanza y se detiene siguiendo cada uno de los gestos de la soprano.

Olviden todo lo que hasta conocían de esta grabación y disfruten de esta nueva dimensión de un espectáculo que ya forma parte de la historia de la Opera. Por suerte disponemos de una rara filmación que nos acerca tres momentos de la velada que, aunque rodados de forma estática, nos permiten poner imágenes a tan extraordinaria grabación.



sábado, 20 de abril de 2013

LEYLA GENCER - ARIAS DE DONIZETTI, VERDI & CATALANI



Único álbum en estudio de Leyla Gencer (si exceptuamos un curioso recital de canciones de Chopin grabado al final de su carrera), es una rareza bastante difícil de encontrar hoy en día y que tiene la importancia de presentarnos un retrato bastante completo del arte y el repertorio de la soprano turca agrupando las únicas grabaciones en estudio realizadas, una a principios de su carrera (1956) ,y la otra en su momento de mayor esplendor vocal. (1974), publicadas por Fonit Cetra.

Especializada en el Bel Canto y con una carrera bastante exitosa de publico forjada principalmente en escenarios italianos, fue durante muchos años sustituta de otras cantantes, protagonista de segundos repartos y reposiciones de obras y producciones pensadas y diseñadas para otras voces hasta alcanzar una notoriedad personal que no tuvo reflejo en los estudios de grabación. 

Los cimientos de su carrera fueron las obras de Donizetti y de Verdi, precisamente los autores destacados de esta grabación, alternando con obras de Bellini, Cherubini, Spontini y Zandonai de las que han quedado innumerables grabaciones en vivo.

Con una voz mas pequeña que la de su coetánea María Callas (a la que sustituyó en mas de una ocasión), pero mucho mas ductil y adecuada al Bel Canto, sin descuidar nunca los aspectos dramáticos de los roles representados, destaca por la delicadeza de su timbre, el uso de los reguladores y un sorprendente fiato que la permitía trazar arcos vocales de una belleza deslumbrante que, en cierta medida, nos recuerdan a Montserrat Caballé

Su mayor mérito, sin duda alguna, fue trazar su propio camino sin emular a ninguna otra cantante del momento. Es posible que algunas soluciones vocales nos choquen al tener el oído acostumbrado a otras formas de interpretación posiblemente menos ortodoxas aunque más efectistas, pero no por ello sus hallazgos vocales dejan de ser válidos y termina por conquistarnos completamente y hacernos lamentar que su carrera discográfica no fuera mas densa.

Resulta enriquecedora la escucha comparada de su interpretación de Anna Bolena (Donizetti) con la realizada esos mismos años por María Callas. Desde luego que tras la escucha entendemos por que La Callas era "La Divina" pero lo que resulta inexplicable es que Leyla Gencer no tuviera el reconocimiento que se merece.



Acompañada por dos grandes maestros italianos de la dirección como son Gianandrea Gavazzeni y Arturo Basile, la Gencer nos regala 45 minutos de su arte exquisito que a mas de uno dejará con la boca abierta y en el que destaca un Addio del pasato (La Traviata) que por momentos parece suspendido en el aire gracias  al uso espectacular de la respiración y rematado por un agudo final que se desvanece en la nada como un anticipo del próximo final de la protagonista.


Más que para disfrutar habría que decir que para "degustar". Un tesoro de la fonografía que todo melómano debería conocer.


viernes, 19 de abril de 2013

JUNE ANDERSON - AIRS D´OPERAS FRANCAIS & ITALIENS


Disco 1. Airs d´Operas Français. 1990

1. Thomas. Hamlet. A vos jeux, mes amis
2. Thomas. Hamlet. Et maintenant, ecoutez ma chanson
3. Meyerbeer. Robert le Diable. Robert, Robert, toi que j´aime
4. Massenet. Manon.
Je marche sur tous les chemins
5. Massenet. Manon. Obeissons quand leur voix apelle
6. Gounod. Romero et Juliette. Dieu! Quel frisson court
7. Meyerbeer. Dinorah. Ombre legere
8. Bizet. Ivan IV. Il me sempre parfois que la vie est un sogne
9. Bizet. Ivan IV. Oh! Ciel! Quel changement
10. Spontini. La Vestale. Toi que j´implore
11. Verdi. Les Vespres Siciliennes. Merci Jeunes amis

Orchestre du Capitole de Tolouse
Michel Plasson

Disco 2. Bellini. Airs d´Operas. 1987

1. I Puritani. Son Vergin vezzosa
2. I Puritani. Ah! Rendetemi la speme... Qui la voce... Vien diletto
3. I Capuleti e i Montecchi. Eccomi in lieta vesta. Oh! quante volte
4. La Sonnambula. Oh! Se una volta sola... Ah! non credea mirarti... Ah! non giunge
5. Beatrice di Tenda. Oh! Mie fedele... Ma la sola... Ah! la pena

Orchestre Philharmonique de Monte-Carlo
Nicola Rescigno

Este doble álbum publicado bajo la distribuidora francesa de EMI reúne dos discos grabados la soprano  americana June Anderson en los años 1989 y 1990 coincidiendo con la época de su mayor esplendor vocal.

Nacida en Boston en 1952 realiza sus estudios musicales en Norteamérica. A la vista de sus éxitos nos resulta extraño saber que sus inicios fueron bastante lentos y, pese a recibir numerosas menciones, incluida una para jóvenes promesas del Metropolitan de Nueva York,  no fue reconocida hasta 1978 con su debut en la New York City Opera con el papel de la Reina de la Noche de La Flauta Mágica.

Después de unos años en los que desarrolla su carrera en los escenarios de Estados Unidos, no será hasta 1982, a raíz de su presentación en el rol titular de Semiramide de Rossini en Roma, cuando despega su carrera internacional que la llevó a cantar en los principales escenarios (Florencia, Venecia, Milán, Londres, Paris...).

Dotada de una voz de Soprano Ligera con una técnica de coloratura sorprendente pese a un ligero entubamiento del sonido, June Anderson se especializa en papeles Belcantistas, de Rossini, Bellini, Donizetti y Verdi alternando roles más ligeros (Sonnambula, Lucia di Lammermoor) con otros mas dramáticos (Norma, Traviata), y ha sabido mantener una coherencia que le ha permitido alargar su carrera hasta la actualidad.

Acusada por la crítica de frialdad expresiva, y comprada negativamente con Joan Sutherland  a la que le une no solo un repertorio y técnica similares, sino también un relativo parecido físico, ha sido el público el que ha valorado sus prestaciones vocales cimentado la base de su éxito internacional. De forma paralela ha llevado una carrera discográfica no muy abundante pero bastante significativa registrando algunos papeles de su cuerda menos transitados en los estudios de grabación. (Mose in Egitto, Mahometto II, La jolie fille de Perth, La Juive, La Muette de Portici, Hamlet)

Los dos recitales presentados nos muestran a June Anderson con una lujuria y un poderío vocal envidiable que le permite recorrer varios autores y estilos sin dejar ningún cabo suelto incluyendo una coloratura y unos sobreagudos proyectados con una facilidad pasmosa. Pese a ser cierta una cierta frialdad expresiva el disfrute de la escucha está garantizado. Es una lástima que el Bolero francés del último acto de Les Vespres Siciliennes de Verdi, ultima pista del disco dedicado a la ópera francesa, no sea coronado con el Mi sobreagudo que ha impuesto la tradición y que habría supuesto un broche de oro al recital.

Personalmente tuve la oportunidad de verla cantar en Madrid en el año 1985 en una Marie de La Fille du Regiment (Donizetti) junto a Alfredo Kraus como parte de una gira en la que ambos cantantes llevaron la obra por distintos escenarios mundiales y que fue coronada con una grabación de la EMI de una representación en vivo en la Opera de Paris en 1986 y puedo asegurar que su actuación escénica fue todo menos fría mientras que vocalmente nos regalo toda una colección de sobreagudos (la mayoria de ellos alternativos) con los que corono arias, duos y conjuntos rematando la función un un Mi sobregudo que mantuvo hasta la conclusión orquestal de la obra.

Totalmente recomendable

miércoles, 17 de abril de 2013

FREDERICA VON STADE - RECITAL MONTEVERDI & CAVALLI


En el año de grabación del recital, 1985, Raymond Leppard era uno de los pocos directores que se atrevía a una tímida recuperación del repertorio antiguo pese a partir de cánones estéticos que escuchados hoy se nos antojan poco historicistas. Sus interpretaciones adolecen de una densidad orquestal y una lentitud en los tempi elegidos que hace tiempo fueron abandonados. No obstante, tiene el gran merito de haber acercado al gran publico obras hasta ese momento desconocidas liderando un grupo de jóvenes interpretes entre los que destacaban Frederica von Stade, Janet Baker e Ileana Cotrubas.

Sus ediciones preparadas para la recuperación de obras como L´Incoronazione di Poppea de Monteverdi, representada en el Festival de Glyndebourne en 1962, Il Ritorno d´Ulisse in patria del mismo autor así como L´Ormindo y La Calisto de Cavalli, han sido hace ya tiempo desestimadas por las nuevas escuelas historicistas pero mantienen el valor testimonial de una época y un saber hacer con hallazgos incuestionables de gran belleza plástica y expresiva.

Junto a esta labor de recuperación, Leppard dirigió obras infrecuentes de Handel (Alcina, Samson, Ariodante), Rameau (Dardanus) y Purcell (Dido & Eneas) de las que ha dejado testimonios discográficos de excepción siempre contando con la colaboración de interpretes vocales de primera fila. 

Lejos de estancarse, evolucionó sus teorías y práctica musical como puede comprobarse en las diferencias  estilistas entre las dos versiones registradas del Dido & Eneas de Purcell. El mismo se hace cargo del clave en la interpretación pionera del Dido protagonizada por Victoria de los Angeles en 1965 bajo la dirección de Sir John Barbirolli.

El disco que nos ocupa, grabado junto a una joven Frederica von Stade en la plenitud de sus facultades vocales, es un gran testimonio de la labor musical del director así como de su empeño en la difusión de la música antigua. En el conviven los mundos de Monteverdi y Cavalli con la interpretación de extractos ariosos de algunas de sus principales obras en las que brilla con luz propia la voz de la mezzosoprano americana que las dota con una expresividad expositiva visionaria de las posteriores escuelas de interpretación de la música antigua.

Como ya ocurría en esos mismos años con Janet Baker y Victoria de los Angeles, la interprete vocal resuelve la interpretación con un criterio más moderno que el utilizado para el acompañamiento orquestal ofreciendo momentos de una belleza deslumbrante utilizando todos los medios expresivos y técnicos siempre atenta al significado del texto. A destacar la desolación de las interpretaciones de los ariosos de Ottavia monteverdiana.


El disco adolece de la brevedad propia de los traspasos a CD de grabaciones originalmente planteadas en vinilo y ha sido objeto de posteriores reediciones con el añadido de arias de Mozart interpretadas por la misma cantante ajenas totalmente al mundo estilístico de Monteverdi y Cavalli.



martes, 16 de abril de 2013

OBITUARIOS - 14 DE ABRIL DE 2013 - SIR COLIN DAVIS


Acaba de llegar a los medios la noticia del fallecimiento, el pasado 14 de abril, del director de orquesta inglés Sir Colin Davis, no por esperada menos dolorosa. Todos los que tenemos ya cierta edad nos hemos acercado en uno o otro momento de nuestras vidas a alguna grabación de ópera de las múltiples registradas a lo largo de su carrera por el eminente director británico.

Nacido en 1927 sus primeros estudios musicales realizados en la Royal College of Music de Londres se centraron en el clarinete. No fue admitido en cursos de dirección orquestal por su bajo nivel en el piano. No desalentado por este primer tropiezo crea con unos amigos una orquesta que dirige el mismo. La buenas críticas le llevan a conseguir en 1957 el puesto de asistente de dirección de la BBC Escocesa que será su plataforma de lanzamiento. En 1959, de forma fortuita, sustituye a Otto Klemperer en la dirección de un Don Giovanni (Mozart) en el Royal Festival Hall y un año después una enfermedad de Beecham le lleva a dirigir Die Zauberflote en el festival de Glyndebourne. 

Estas dos sustituciones incrementan su popularidad y proyectan su carrera sobre la base de uno de los compositores que será fundamental en su posterior desarrollo, Mozart.

Director titular de la London Symphony Orchestra con las que ha estado vinculado de forma intermitente desde 1959 ha estado también al frente de otras agrupaciones de primera fila como La Filarmónica de Nueva York o la Orquesta Sinfónica de Boston.

Desde 1971 y hasta 1986 ha sido el director musical de la Royal Opera House - Covent Garden y fue el primer director inglés invitado a actuar en el Festival de Bayreuth (1977).

Además de su reconocida reputación como director de las óperas de Mozart de las que ha dejado muy buenas grabaciones publicadas, como casi toda su discografía, en el sello Philips (Don Giovanni, Le nozze di Figaro, Idomeneo, Die Zauberflote) ha destacado su trabajo para revalorizar la música para escena de Berlioz dejando primeras grabaciones en estudio de operas como Benvenuto Cellini, Les Troyens y otras obras vocales como La Damnation de Faust y Romero et Juliette.

Reputado director de música inglesa ha destacado como interprete de la música para escena de Tippett, Britten.

En el campo de la ópera italiana no ha tenido los mismos éxitos ni valoración de la crítica, sin embargo nos ha legado algunas interpretaciones que, sin ser de referencia, han sido grabaciones de cabecera para múltiples generaciones por la importancia de las voces convocada,s entre las que ha destacado, sin lugar a dudas, las de Montserrat Caballe, José Carreras y Katia Ricciarelli, todos ellos en los mejores momentos de sus respectivas carreras (Tosca, La Boheme, Un Ballo in Maschera, Il Trovatore). Acusado por la crítica por lo que han venido a denominar escasa "italianitá" estas grabaciones adolecen de unos secundarios anglosajones idiomáticamente fuera de estilo que lastran el resultado final. No obstante, escuchar a Katia Ricciarelli y a José Carreras como protagonistas de La Boheme en un fecha tan temprana como 1979 y arropados por una dirección orquestal exultante de sensualidad es una de las experiencias musicales más recomendables para cualquier aficionado a la lírica.

La grabación propuesta como homenaje, realizada en 1982, nos presenta a una Kiri te Kanawa pletórica de facultades en una selección de arias de Mozart adecuadas a los medios vocales y expresivos de la soprano neozelandesa y con el acompañamiento de la LSO.




domingo, 14 de abril de 2013

JOAN SUTHERLAND - ROMANTIC TRIOS FOR SOPRANO, HORN & PIANO



Si de discos raros se trata, a la par de complicados de encontrar, este que traigo creo que se lleva varias menciones especiales. El repertorio es ya de por si infrecuente y algunos de los interpretes se encuentran aquí en las antípodas de su repertorio. Tres artistas australianos interpretando tríos para soprano, trompa y piano de compositores europeos escritos entre finales del siglo XVIII y mediados del XIX. 

Si en el caso de Richard Bonynge, marido de la soprano, no extraña esta grabación por haber sido toda su vida un buscador de tesoros musicales que descubrirnos y sacar del olvido, en el caso de Joan Sutherland el repertorio ofrecido no puede ser más infrecuente. Es cierto en 1987, fecha de grabación del recital, la soprano australiana cuenta ya con 61 años de edad y ya ha pasado el tiempo de su cenit vocal, y su voz suena cansada y, sorprendentemente, sin control en algunos momentos, pero sigue siendo la artista de siempre y sabe sacar partido al espíritu romántico del disco. Su dicción, como siempre, sigue siendo inaudita y resulta complicado adivinar en que idioma está interpretando cada canción. 

Resulta curiosa la elección del repertorio que no le permite hacer gala de los recursos que aun le quedaban en esos años, que incluían el dominio de la coloratura y el sobreagudo para adentrarse en un terreno más declamatorio y melódico, precisamente, su punto más débil.

No obstante Sutherland siempre nos sorprendió a lo largo de su carrera con acercamientos a repertorios infrecuentes, recordemos su disco Wagner donde se atreve incluso con el Liebestod del Tristán así como algunos discos dedicados a la canción de concierto junto con el acompañamiento al piano de su marido.


Este que nos ocupa es el último recital que la soprano canta para la DECCA y ha sido recientemente incluido en un álbum que contiene todos los recitales grabados. Hasta esta publicación su difusión había sido escasa y limitada al ámbito anglosajón en el que la soprano era, y es aun después de su muerte, admirada y reverenciada.

Gracias a esta grabación descubrimos a una serie de compositores totalmente olvidados junto a otros más reconocidos, los menos, es una serie de canciones de corte romántico de corte infrecuente por la inclusión de la trompa como parte de la interpretación. 

Barry Tuckwell, eminente interprete y virtuoso del instrumento invitado, que nos ha dejado muchas y muy buenas grabaciones de los Conciertos para Trompa de Mozart realizadas a lo largo de toda su carrera, resulta el acompañante ideal que se acopla a la perfección al binomio Sutherland & Bonynge que tan trabajada tenía su sincronía musical a esas alturas de la vida.

Para muchos será un descubrimiento y para otros un reencuentro.


viernes, 12 de abril de 2013

EFEMERIDES 12 DE ABRIL - MONTSERRAT CABALLE



En 1933, 35 años después del nacimiento de la soprano de origen francés Lili Pons nace en Barcelona, un mismo día 12 de abril, la soprano española María de Montserrat Bibiana Concepción Caballe i Folch, destinada a convertirse en una de las sopranos más universalmente conocidas con una de las carreras más longevas que se recuerdan (Actualmente se encuentra inmersa en una larga gira de despedida de los escenarios).


Nacida en el seno de una familia humilde, recibe sus primeras lecciones de solfeo de manos de su madre. Financiada y apoyada por una adinerada familia burguesa catalana (los Bertrand) sigue estudios de canto con Napoleone Annovazi, Eugenia Kemeny (que le aporta su espectacular técnica respiratoria) y la famosa soprano catalana Conchita Badía que la introduce en el mundo de la canción de concierto española.

Tras unos inicios prometedores ligados a la escuela de canto del Liceo de Barcelona se traslada a Basilea en 1956 para completar sus estudios profesionales ingresando en la compañía del Teatro Municipal donde canta sus primeros papeles protagonistas (Tosca, Aida, Arabella y Salomé) interpretando roles infrecuentes para un soprano española. La temporada 1960/61 es contratada por la Opera de Bremen donde entra en contacto por primera vez con el mundo del Bel Canto.

Debuta en el Liceo el 7 de Enero de 1962 con el rol titular de Arabella (Richard Strauss) obteniendo una gran éxito de critica y público, pero su consagración internacional no llegará hasta la velada del 15 de abril de 1965, fecha en la que sustituye a Marilyn Horne en una representación de Lucrezia Borgia en el Carnegie Hall.

A día siguiente un titular americano le da el definitivo empuje a su carrera mediante una formula que, sin ser totalmente cierta produce el efecto deseado:                                                                            

Callas + Tebaldi = Caballe

Obviamente Montserrat Caballé no es ni Callas, por faltarle el empuje dramático de aquella, ni Tebaldi, ya que el terciopelo vocal de la catalana no tiene parecido al esmalte de la Tebadi. Caballé, pese a las comparaciones, merece su propio lugar en el mundo de la lírica como ha demostrado a lo largo de sus casi 60 años de carrera y no necesita rendir cuentas a ninguna ilustre compañera. A partir de este momento se conocerá internacionalmente a la catalana con el sobrenombre de "La Superba".

El éxito de la velada Neoyorkina tiene el resultado esperado y la soprano comienza una meteórica carrera internacional que, por suerte, ha tenido un equivalente fonográfico paralelo que le ha permitido la grabación de casi todos sus roles principales así como innumerables recitales tanto de arias de ópera como de canciones españolas y lieder.

Ese año de 1965 debuta en el Festival de Glyndebourne (Inglaterra) y en el Metropolitan de Nueva York emprendiendo una carrera de fondo que la lleva a pisar los mas destacados escenarios internacionales. En 1972 debuta en el Teatro alla Scala de Milán con uno de sus papeles fetiche, la Norma de Bellini, y en el Covent Garden de Londres con Violeta (La Traviata).

Gracias al éxito obtenido Caballé firma un contrato con la discográfica RCA para la que grabará, durante la década siguiente, algunos de los roles que en ese momento formaban parte de su repertorio habitual comenzando por una Lucrezia Borgia junto a Alfredo Kraus que testimonia el sorprendente estado vocal con el que había afrontado la sustitución de Marilyn Horne.

En el terreno personal Montserrat Caballé contrae matrimonio en 1965 con el tenor español Bernabé Martí con el que ya había coincidido en los escenarios y con el que seguirá cantando hasta el nacimiento de su hijos, momento en el cual Bernabé renuncia a su carrera en beneficio de la de Montserrat pasando a un mas que honroso segundo plano dedicado al cuidado de la familia y de los intereses de su mujer.

A partir de este momento son varios los hitos en su carrera destacando algunos de ellos por su importancia.

En 1974 se graba en vídeo una función de Norma en el Antiguo Teatro de Orange, un día antes de una delicada operación, sorprende a todos con una interpretación del aria principal de la protagonista de absoluta antología:


como si de un milagro se tratara, el habitual viento que caracteriza las veladas al aire libre de Orange se calma quedando una suave brisa que mece los vestidos de todos los protagonistas como si quisiera acompañar la eterna melodía belliniana sin molestarla produciendo un efecto mágico. Un vez terminada el aria, el viento se rebela y gira en torno a la soprano durante la interpretación de la cabaletta ofreciendo unos momentos de belleza sin igual que ya hubiera querido emular cualquier director de escena en un espacio cerrado. La voz de la soprano literalmente vuela  por el teatro con una fuerza y un virtuosismo que marca el zenit de su carrera. Cuentan las crónicas de la época que, más allá del acotamiento del teatro, una legión de admiradores se agolpaba en los alrededores del teatro por lo que el estruendo de la explosión de aplausos posterior al aria perduró durante varios minutos.



Los 70 son los años de su plenitud vocal, los años de sus grabaciones para la EMI, la mayoria de ellas junto al tenor español Plácido Domingo alternando con José Carreras, Alfredo Kraus y Bernabé Martí, destacando entre ellas varias óperas de Verdi, Puccini y Bellini así como algunos recitales que cubren el vacío de algunas óperas no grabadas íntegramente. A mediados de los 70 empieza también a grabar para Universal (Philips & Decca) de nuevo centrada en papeles habituales de su repertorio.

En 1980 se reencuentra con aquella que permitió el lanzamiento de su carrera ofreciendo otro de esos hitos de su carrera que pertenece por derecho propio a la historia de la Opera: las representaciones de Semiramide de Rossini en el Festival de Aix-en-Provence  junto a Marilyn Horne, Samuel Ramey y bajo la dirección de José Luis López Cobos.


Su carrera no obstante, ha estado plagada de altibajos, en ocasiones marcada por desaciertos en los roles asumidos y también condicionada por una salud delicada que le hacho visitar bastantes veces los quirófanos para operaciones complicadas que progresivamente han ido mermando sus facultades. 

En algunas ocasiones las comparaciones han jugado en su contra destacando su presentación en el rol titular de Anna Bolena en La Scala de Milán en 1982 en el que, un par de errores de colocación en los agudos, sirvió a los nostálgicos de Maria Callas para producir una sonora e injustificada protesta acallada por una parte del público.

Empeñada en sacar a la luz y descubrirnos joyas olvidadas de la lírica ha exhumado obras infrecuentes en el repertorio como Agnese di Hoenstaufen (Spontini), Les Danaides (Salieri), Ermione (Rossini), La Straniera (Bellini), Sancia di Castiglia (Donizetti), Parisina D´Este (Donizetti), Cleopatre (Massenet) y así, junto con las obras más tradicionales del repertorio, asume a lo largo de su carrera más de 90 roles distintos en los que pasea su soberanía por distintas épocas y repertorios desde el Barroco (Giulio Cesare) hasta el Verismo y Wagner (Tristan e Isolda) incidiendo especialmente en todo el repertorio italiano Belcantista. Algunas de sus interpretaciones han sido registradas en vídeo lo que nos permite ser testigos de excepción de su arte.

Retirada de la escena operística desde hace muy pocos años, su versatilidad y sentido del humor la llevaron a protagonizar en 2007 una de sus mas hilarantes encarnaciones al interpretar a la Duchesse de Crakentorp en unas funciones de La Fille du Regiment en la Opera de Viena en las que se atreve incluso a intercalar una pequeña canción popular en el último acto.


Ha sido distinguida con multitud de premios (Premio Nacional de Música, Medalla de Oro del Liceo, Doctora Honoris Causa de las Universidades Menendez y Pelayo y la de Barcelona) así como innumerables homenajes y condecoraciones.

Resulta imposible encontrar alguna grabación inédita pero es posible aun proponer alguna infrecuente como es el caso de la que hoy traigo para celebrar su 80 cumpleaños. Se trata de un doble album que contiene dos recitales acompañada por el ilustre pianista español Miguel Zanetti. En el primero desgrana una serie de arias y melodías olvidadas de compositores italianos barrocos grabado en 1978 y en el segundo, grabado en 1981 nos ofrece una infrecuente selección de canciones de concierto de Bellini, Donizetti y Verdi.

Felicidades Montserrat y a todos los que durante décadas hemos disfrutado de su arte y a las generaciones venideras que seguirán celebrando una y otra vez los éxitos de una cantante que ya ha inscrito con letras de oro su nombre en los libros de la Historia.

Por muchos años



jueves, 11 de abril de 2013

ANTONIETA STELLA - ITALIAN OPERA ARIAS


Antonieta Stella
Bruno Bartoletti
Corro y Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino
Tullio Serafin (5) - Gianandrea Gavazzeni (4) - Gabriele Santini (6)
Orquesta del Teatro alla Scala de Milano

01 Bellini - Norma - Casta Diva
02 Verdi - Aida - Qui Radames verrá
03 Verdi - Aroldo - Oh! Cielo. Dove son io
04 Verdi - Un Ballo in Maschera - Ecco l´orrido campo
05 - Verdi - Il Trovatore - Tacea la notte
06 Verdi - Don Carlos - Tu che la vanitá
07 Giordano - Andrea Chenier - La mamma morta
08 Mascagni - Cavalleria Rusticana - Voi lo sapete, o mama
09 Ponchielli - La Gioconda - Suicidio!
10 Cilea - Adriana Lecouvreur - Poveri Fiori
11 Puccini - Turandot - In questa reggia

Publicado en un album ya descatalogado con 15 discos dedicados a otros tantos cantantes por el sello amarillo (15 Great Singers), el disco contiene uno de los últimos recitales grabados por la soprano italiana acompañada por el siempre competente Bruno Bartoletti al que se añaden 3 arias sacadas de integrales grabadas por la soprano en la década de los 60.

Lo primero que nos llama la atención es la interpretación de algunas arias que se encuentran totalmente fuera del repertorio tradicional de una soprano caracterizada por poseer una voz pura de lírico spinto, así Norma, Turandot, Gioconda y Cavallería se nos antojan en las antípodas estilisticas de la artista. Sin embargo, una vez escuchadas sus interpretaciones descubrimos a una gran artista capaz de aventurarse a tesituras extremas sin cambios de color ni exageraciones canoras.

Al contrario que su compatriota Renata Tebaldi, y pese a ciertos adornos expresivos ajenos al canto, no se lanza a estentóreos gemidos tan habituales en las interpretaciones de la soprano de Pésaro. Por el color y la entonación general de las interpretaciones algunos recordarán inmediatamente a la Tebadi, sin embargo, le falta algo del esmalte dorado de aquella lo que impidió que su carrera profesional fuera más brillante.

Nacida en Perugia en 1929 y con una carrera destacada en las decadas de los años 50 y 60, cohabitar en el tiempo con dos monstruos sagrados de la escena operística italiana como eran María Callas y Renata Tebaldi arriconó su trayectoria a un mero puesto de secundaria en los cartellones lo que no le impidió hacer una digna carrera tanto en Italia como diversos escenarios internacionales en los que fue especialmente querida por su sensible interpretación de Madama Butterfly.

Su grabación completa de La Traviata en 1955 junto a Di Stéfano y Gobbi bajo la dirección de Serafín (EMI) fue un castigo de la multinacional inglesa a los devaneos artísticos y personales de María Callas y supuso su arrinconamiento por parte de la legión de seguidores de la cantante griega. Por otro lado, las similitudes de color con la voz de Renata Tebaldi tampoco ayudaron nada a su carrera y su figura se convirtió en un arma arrojadiza para ambas aficiones.


Alejada de los escenarios desde principios de los años 70 ha permanecido dedicada al mundo de la enseñanza en Roma, su ciudad de residencia actual.

Para descubrir

miércoles, 10 de abril de 2013

EFEMERIDES 10 DE ABRIL - BRAHMS - EIN DEUTSCHES REQUIEM




El día 10 de Abril de 1868, Viernes Santo, se estrena en la Catedral de San Pedro de Bremen el Requiem Alemán Op. 45 de Johannes Brahms. Composición sacra para soprano, barítono, coro y orquesta sobre la base de varios textos bíblicos escogidos de la Biblia por el propio compositor, supone una especie de meditación sobre la vida y la muerte que se aleja de cualquier forma conocida de Requiem liturgico.

El compositor omite en la composición cualquier referencia a Dogmas cristianos sin añadir referencia a la "muerte redentora de Cristo" acercándose a una visión luterana de la redención.

Los trabajos preparatorios se inician en 1861 en la forma de una cantata en 4 movimientos pero la muerte de su madre en 1865 configura un nuevo plan mas ambicioso para la obra que queda prácticamente terminada para su estreno en seis movimientos con la intervención únicamente de un barítono. 

En la primavera de 1868 compone el actual quinto movimiento "Ihr habt nun Traurigkeit" (Ahora estáis tristes) y no se estrenará en su forma definitiva en siete movimientos hasta 1869.

La tradición vincula la composición de este quinto movimiento a los sentimientos generados en Brahms a raíz de la muerte de su madre como una forma de homenaje póstumo.

La obra se caracteriza por su compleja instrumentación que incluye flautín, clarinete, trompetas, tubas y el uso de los timbales a lo largo de toda la composición, destacando la omisión de los violines en el primer movimiento así como es uso del arpa en los finales de los movimientos primero y séptimo.

El Brahms de 1868 aun no ha compuesto ninguna de sus sinfonías pero ya tiene una amplia experiencia en música de cámara y vocal que quedan de manifiesto en esta composición en la que, pese a la utilización de orquesta y coros, no se pierde nunca la esencia camerística. El éxito de esta obra supone un punto de inflexión en la popularidad del compositor que a partir de este momento verá consolidada su figura.

La versión propuesta del Réquiem Alemán no es seguramente la mejor ni la mas ortodoxa. Ninguno de los dos cantantes escogidos parece, de entrada, adecuado para la obra por su adscripción al mundo de la ópera, sin embargo, tanto Sherill Milnes como Montserrat Caballé están en 1968 (año de grabación de la versión) en el inicio de sus carreras y en plenitud de sus facultades. Tampoco el director, Erich Leinsdorf, pese a su origen germánico parece el más adecuado para traducir los sonidos de Brahms, un compositor totalmente alejado de su repertorio.

Montserrat Caballé aligera la voz y traza sus característicos arcos vocales dilatando la respiración, como siempre, hasta extremos inauditos y Sherrill Milnes ya nos muestra sus característicos problemas de afinación y algunos ataques descolocados, pero cumple con dignidad en una de las grabaciones mas raras de toda su discografía a la que dota de una teatralidad infrecuente.

Coro y orquesta cumplen sin llegar nunca al nivel idóneo para la obra pero sin estridencias y siguiendo atentamente al director en su particular visión de la obra.

De todas las grabaciones disponibles quizá sea ésta la de mayor matiz operístico, característica que se muestra en la gran teatralidad y dramatismo de la interpretación destacando sobre todo el sexto movimiento expresado con una urgencia dramática asfixiante. 

El disco está totalmente descatalogado hace años y solo el movimiento interpretado por Montserrat Caballé ha sido objeto de publicación en algún recopilatorio dedicado a la cantante.


martes, 9 de abril de 2013

ELISABETH GRUMMER - OPERNARIEN


Este disco supone un pequeño paseo por la carrera artística de la gran soprano lírica alemana Elisabeth Grümmer en algunos de sus roles mas representativos. Nacida en 1911 (Lorena), hija de padres alemanes, su familia se ve obligada a trasladarse a Alemania donde la joven Elisabeth se dedica inicialmente al teatro. Casada con el primer violinista de la Orquesta del Teatro de Duisburgo, Detlev Grümmer, conoce a Herbert von Karajan en Aquisgram que la anima a tomar lecciones de canto. Es él quien le da su primera oportunidad en escena apareciendo como primera muchacha flor en Parsifal (1940). Su primer rol importante llegará al año siguiente (1941) con Octavian (Der Rosenkavalier). Durante la guerra, mientras ella  actúa en Praga, su marido fallece en un bombardeo en el que pierde todas su casa y todas sus pertenencias. Terminada la guerra se traslada a Berlín para formar parte de la compañía estable de la Opera Alemana de Berlín (actual Deutsche Opera) entre los años 1946 y 1972, año de su retirada con una representación de Der Rosenkavalier asumiendo el papel de La Mariscala.

No obstante, y pese a su adscripción al ámbito germánico, fue invitada a cantar en algunos de los principales teatros internacionales (La Scala de Milán, Covent Garden de Londres, Metropolitan de Nueva York) obteniendo siempre un gran éxito de publico y crítica.

El timbre de su voz, de una claridad diamantina, unido a una depurada técnica y a una emisión límpida y potente la facultaron para la interpretación de algunos de los más importantes papeles líricos del repertorio alemán, destacando en los papeles "sufrientes", heroinas puras, víctimas de su destino como Elisabeth en el Tannhauser (Wagner), Agathe en Der Freischutz (Weber) y la Condesa en Le Nozze di Figaro (Mozart).

Por su pertenencia al ámbito germánico sus primeros acercamientos al repertorio italiano y francés se realizan en lengua alemana lo que aleja sus interpretaciones del gran público europeo sin por ello perder una gran calidad artística.

A partir de los años 60 su voz resintió el acercamiento a roles más dramáticos como la Donna Anna del Don Giovanni o la Elettra del Idomeneo, más alejados de las características de su voz y que produjeron un desgaste patente hasta su retirada en 1972.


Reputada Liderabend no descuidó nunca el mundo de la canción de concierto alemana ofreciendo interpretaciones de referencia de las canciones de Mozart, Schubert, Schumann, Wolf y Strauss asi como de las grandes obras sacras alemanas (Matthaus Passion, Johannes Passion, Die Schopfung y Ein Deutsches Requiem) de las que ha dejado grabaciones insuperables.

En el campo de la ópera quizá sea Hansel und Gretel (Humperdinck), junto a Elisabeth Schwarzkopf y bajo la dirección de Karajan, su interpretación más memorable. Al mismo nivel artístico habría que recordar su interpretación de Agathe en Der Freischutz de Weber dirigido por Joseph Keilberth o sus interpretaciones de Elsa (Lohengrin) y Elisabeth (Tannhauser). Desgraciadamente no ha dejado ninguna interpretación completa de estudio de sus encarnaciones de Octavian y la Mariscala de Der Rosenkavalier.

El disco comentado nos presenta una recopilación de sus mejores interpretaciones uniendo extractos de algunas de sus interpretaciones completas con partes de recitales grabados en los años 50, incluyendo una Desdemona (Otello) cantada en alemán por lo que obtenemos una visión bastante completa de su arte. Si hubiera que destacar algo sería, sin lugar a dudas, la interpretación del aria de Agathe (Der Freischutz) de una belleza sobrecogedora que no ha sido igualada.




lunes, 8 de abril de 2013

CHERYL STUDER - COLORATURA ARIAS


Soprano americana nacida en 1955 en Michigan con una carrera excepcionalmente corta (entre 1985 y 2005) malograda por el exceso de papeles de peso dramático acometidos en poco tiempo y con muy poca distancia entre ellos. No obstante ha participado en algunos de los mayores hitos discográficos de finales del siglo XX destacando su recreación de personajes como Salome de Richard Strauss (dirigida por Sinópoli) y Margarita en el Faust de Gounod (dirigido por Michel Plasson), así como en algunas funciones fundamentales en la historia de la Opera durante los años centrales de su carrera, destacando sobre ellas su papel de Elena en I Vespri Siciliani bajo la dirección de Muti en la Scala de Milán en 1990 así como los papeles wagenerianos asumidos en el Festival de Bayreuth. 

Resulta impresionante la lista de sus padrinos musicales: Leonard Bernstein, Hans Hotter, Brigitte Fassbaender, Irmgard Seefried, Wolfgang Sawallisch algunos de ellos maestros y mentores de su carrera. Iniciados sus estudios musicales en Estados Unidos (Tanglewood), es en el ámbito germánico donde completa su formación (Viena, Munich, Baviera) habiendo sido miembro estable de la Opera Estatal de Baviera y la Deutsche Oper Berlin.

Dotada con una voz lírica con tintes dramáticos y una gran capacidad para la coloratura, lo primero que destaca al ver la lista de los papeles asumidos es su enorme versatilidad y la gran cantidad de estilos musicales trabajados. Desde papeles tan exigentes vocalmente como los mozartianos de La Reina de la Noche (Die Zauberflote), Constanze (Die Entfuhrung aus dem Serail), Elettra (Idomeneo) hasta la Emperatriz de la Mujer sin Sombra de Strauss pasando por las agilidades de su personalísima lectura de Lucia de Lammermoor (Donizetti), papeles totalmente dispares de la obra de Verdi (Atilla, Rigoletto, La Traviata, I Vespri Siciliani) y las heroinas wagenrianas de la primera etapa (Elisabeth del Tannhauser, Elsa de Lohengrin y Senta de El Holandes Errante).

Como definir una voz de estas dimensiones? Por los papeles asumidos podemos pensar que estamos ente una Soprano Dramática de Agilidad, sin embargo, tras una escucha detallada, vemos que nunca pierde el color de la voz propio de una Soprano Lírica que caracteriza todas sus actuaciones, ni siquiera en los papeles de más peso dramático, lo que confiere una nueva dimensión a sus trabajos en Salome (Strauss) y Sieglinde (Wagner).

Habiendo sido educada en la escuela germana de canto nunca descuidó el trabajo en el campo del Lied y la canción de concierto destacando sus interpretaciones de Schubert, Brahms y Strauss y, en lógica sintonía con su origen, frecuentó algunos importantes papeles de repertorio americano, sin olvidar también algunas magnificas aportaciones al repertorio francés.

Versatilidad y eclecticismo que pasaron pronto factura a la voz que se vio afeada por un ostensible vibrato y un descontrol en la afinación que, prácticamente, la borraron del panorama lírico internacional. Actualmente dedicada a la enseñanza aun realiza apariciones esporádicas en recitales de lieder.

El disco reseñado, de difícil localización actualmente, y grabado a principios de los años 90 con el  acompañamiento de Gabrielle Ferro, nos presenta una muestra de su versatilidad en el repertorio italiano en el que, salvo algún desliz imperdonable (agudo final de la cavatina de Rossina de Il Barbiere di Siviglia totalmente descolocado), se nos muestra como dominadora absoluta de la técnica del Bel Canto.

sábado, 6 de abril de 2013

SYLVIA SASS - THE DECCA RECITALS


De nuevo y casi sin proponérmelo, una grabación difícil de encontrar. Parece que al final voy a dedicar el Blog a rarezas discográficas, lo cual, por otro lado, quizá sea lo mejor porque suele ser lo complicado de encontrar lo que todos buscamos.
El doble álbum publicado por el sello Eloquence en Australia dedicado a unir todos los recitales grabados por la soprano Sylvia Sass para el sello Decca no ha sido comercializado fuera del circuito australiano y solo puede accederse a el a través de compra por internet. Solo una pequeña parte fue publicado en Europa por Decca en su serie Classic Recitals.
De igual forma resulta bastante complicado acceder al resto de recitales grabados por la soprano para el sello Hungarotón y las pocas grabaciones publicadas en Decca (Don Giovanni y Bluebeard´s Castle, ambas dirigidas como su compatriota Georg Solti) y Philips (Stifelio y Ernani, de la serie dedicada al joven Verdi dirigida en los años 70 por Lamberto Gardelli) no tienen una distribución muy estable.
Por lo tanto, la presencia de discos de esta soprano en las tiendas suele resultar bastante complicada y eso pese a su gran carrera internacional y la importancia de poseer una voz bastante inhabitual, soprano dramática con coloratura, y el haber sido definida algunas veces como "sucesora de la Callas".
Nacida en Budapest (Hungría) en 1951, hija de una familia de tradición musical (su madre era cantante lírico ligera y su padre maestro de música), realiza sus estudios musicales en la Franz Liszt Academy de Budapest debutando en 1971 en el papel de Franquita (Carmen) en 1971.
Tras ganar una serie de premios internacionales comienza su carrera en Hungría orientada a la interpretación de papeles dramáticos húngaros e italianos entre los que destaca la Giselda de I Lombardi (incluida en este recital de arias) que supone su debut en el Covent Garden de Londres en 1976. A partir de este año es frecuente su presencia en escenarios internacionales como La Scala, la Opera Garnier de Paris, Viena, Hamburgo, Baviera, e incluso el Bolshoi de Moscú.
Anuncia su retirada de los escenarios a finales de los años 80 en los que ya era perceptible un grave deterioro de su voz y solo regresa puntualmente en dos ocasiones durante la década de los 90 manteniéndose en activo en el campo del recital hasta fechas muy recientes.
Su voz, ligeramente entubada y oscura, no es del gusto de todo el publico y la crítica, pero gracias a una buena técnica que le permitía ascender al agudo sin problemas, así como todo un juego de medias voces, filados  y veladuras la convierten en idónea para la interpretación de grandes papeles dramáticos que requieren el uso puntual de coloratura (Norma, Medea, Giselda, Lady Macbeth, Traviata...).
El doble álbum que nos ocupa nos muestra una amplia representación de su arte en muchos de los papeles comentados y seguramente dejará a mas de uno con la boca abierta. Mención especial merecen sus interpretaciones de Giselda (terminando el aria Oh! Madre dal cielo, con una impresionante subida al agudo en pianisimo), de Lady Macbeth (en una quizá sobre actuada versión de la escena de sonambulismo que resulta difícil de olvidar) y Norma (en una pausada e introspectiva versión del Casta Diva).
Los dos recitales operísiticos que abren el álbum fueron grabados en la década de sus triunfos internaciones, concretamente en los años 1977 y 1978, dirigidos ambos por uno de sus mejores valedores, Lamberto Gardelli.
La parte final está dedicada al mundo de la canción de concierto y a dos compositores compatriotas, Liszt y Bartok, acompañada por el pianista Andras Schiff (destacando sin duda su interpretación de Die Loreley) y fue grabada en 1979.
Para descubrir y disfrutar.

viernes, 5 de abril de 2013

ELENA OBRAZTSOVA - TCHAIKOVSKY - ROMANCES


Elena Obraztsova, mezzosoprano rusa nacida en 1939 en Leningrado (San Petersburgo) ha sido, junto con su compatriota Galina Vishnevskaia, una de las pocas cantantes rusas conocidas fuera de las fronteras de su pais y que pudo desarrollar una carrera internacional reconocida en la segunda mitad del siglo XX. Al contrario que la Vishnevskaia, que eligió el camino del exilio europeo junto a su marido Rostropovich, Obraztsova supo compaginar su vida en la antigua Unión Soviética con su carrera internacional sin producir estridencias y totalmente alejada de ideologías políticas.
Tres una primera etapa en los años 60 dedicada exclusivamente a su carrera en Rusia con un primer acercamiento al repertorio local (Mussorgsky y Tchaikovsky principalmente), los años 70 suponen su época dorada de estrellato internacional frecuentando los mejores escenarios europeos y americanos bajo las batutas mas destacadas del momento (Karajan, Abbado, Muti, Giulini, Levine, Kleiber) y junto a compañeros de primera linea (Scotto, Domingo, Cotrubas, Ricciarelli, Carreras...).
Estos son los años de su dedicación al repertorio italiano centrado principalmente en las operas de Verdi (Aida, Don Carlos, Rigoletto, Luisa Miller, Un ballo in maschera)  y en algunas obras de repertorio francés a las que se acercaba con una entrega idiomática y estilística quizá discutible pero siempre original y avasalladora componiendo unas heroinas alejadas de los cánones estilisticos franceses (Carmen, Samson et Dalila y Werther) quizá demasiado carnales y salvajes. De todas ellas ha dejado testimonios discográficos imprescindibles llegando incluso al cine de la mano de Franco Zefirelli para interpretar la Santuzza de Cavalleria Rusticana.


  
A finales de los años 70 empieza un lento regreso a sus orígenes volviendo al repertorio ruso que consolida durante los años 80 hasta su definitivo alejamiento de las escenas internacionales y su retirada de los escenarios.
Actualmente vive dedicada a la docencia destacando su labor de formación y descubrimiento de nuevas voces a través de un Concurso de Jóvenes cantantes que lleva su nombre auspiciado por el Elena Obraztsova Cultural Center de San Petersburgo.
Dotada con una voz oscura y cavernosa que no deja indiferente a nadie y educada dentro de la más tradicional escuela de canto rusa supo adaptar su vocalidad al repertorio italiano y francés partiendo de una excelente técnica de canto que la mantuvo más de 30 años en activo. Su fuerte personalidad escénica era otra de las bazas que jugaron a su favor para la consolidación de su estrellato internacional.
Grabado en un recital publico en 1977 en la Sala de Conciertos de la Sociedad Filarmónica de Leningrado y publicado al año siguiente por el sello oficial ruso Melodia. Ha sido traspasado a Cd recientemente en una recopilación de Romances de Tchaikovsky junto a otros insignes colegas rusos aunque, pese a su gran valor artístico y documental, nunca ha recibido una edición moderna independiente. La grabacion es una trapaso digital partiendo de la edición original en vinilo.
Acompañada al piano por su compatriota Vazha Chachava el recital consta de 12 canciones de Tchaikovsky (un material relativamente escaso pero lógico si tenemos en cuenta su origen en vinilo), todas ellas impregnadas de ese romanticismo fatalista tan querido al compositor con momentos desoladores y melancólicos que rozan el existencialismo mas doloroso (None but the lonely heart, Again as before alone).