jueves, 4 de abril de 2013

WOLF-FERRARI - IL SEGRETO DI SUSANNA



La acción transcurre en el salón de la casa del Conde Gil. El Conde entra en su casa agitado tras creer haber visto por la calle a su mujer, la Condesa Susana pese a que, por expreso deseo del marido, nunca sale de la casa en su ausencia. Sale de la escena y entra en la casa Susana vestida de igual forma que la descrita por su marido, entrega un paquete al criado y se retira a sus habitaciones. Reaparece el Conde que informado por el criado de que Susana está en la casa queda mas tranquilo hasta que.... percibe un olor a tabaco. Suponiendo que los criados no tendrían la osadía de fumar en su ausencia se despierta en él el demonio de los celos. Entra Susana que es sometida a un interrogatorio por su esposo lo que termina enfadando a la Condesa que a base a zalamerías consigue tranquilizar al marido. Cuando el Conde la abraza percibe de nuevo el olor a tabaco y comienza la discusión de nuevo que termina de forma brusca cuando Gil empieza a romper todo lo que encuentra a su paso antes de salir de la casa jurando que pillará "in fraganti" a los amantes.
Susana, por fin sola, nos descubre su secreto, pide al criado el paquete que le había entregado, saca un cigarillo y empieza a furmar con deleite expresando su placer y las meditaciones que le sugiere la visión del humo del tabaco en la única aria de toda la opera.
De imprevisto entra el Conde y Susana esconde el cigarro y al criado tras las cortinas. El olor a tabaco es tan profundo que Gil obliga al criado a buscar por toda la casa al supuesto amante de la Condesa, lógicamente, sin éxito.
De nuevo sale el Conde de la casa esperando una mejor ocasión y de nuevo Susana, esta vez acompañada por el criado, se entrega a su pequeño placer. Dispuesto a aclarar todo el asunto el Conde entra rápidamente por una ventana sorprendiéndola en pleno "vicio".
Desaparecido el secreto y la sospecha del amante, el Conde decide acompañar a su mujer y ambos terminan la opera fumando y bailando alegremente.

Compuesta en 1909 y estrenada ese mismo año en Munich, el mismo año del estreno de Elektra de Richard Strauss, Il Segreto di Susana es una pequeña opera en un acto que sigue la estela del genero "Buffo" napolitano del principios del siglo XVIII inaugurado por Pergolesi, tanto en la forma como en el argumento. Dispuesta en una sucesión de entradas y salidas de dos únicos personajes que cantan y un tercero mudo (el criado), pese a su continuo musical se perciben claramente recitados, arias y dúos a lo largo de toda la textura musical de la obra.
Ermanno Wolf-Ferrari se ajusta a los preceptos del eclecticismo musical y crea su propio lenguaje tomando elementos prestados de otros compositores y estilos. Toda la pieza tiene un perfume mozartiano evidente aunque también escuchamos aportaciones del impresionismo musical francés con perfumes puccinianos (el aria de la Condesa mientras se dedica a divagar sobre las volutas del humo de su cigarro), el verismo italiano (la sombra de Mascagni flota durante la discusión matrimonial) e incluso escuchamos a..... !!Beethoven!! al final de la discusión de los protagonistas.
Pese a su frescura y comicidad es una pieza ampliamente desconocida por el gran público pese a que su programación sería un éxito asegurado. Musical y teatralmente es una obra sencilla y directa con un melodismo y una comicidad netamente mediterraneos. En teatros pequeños y en escuelas de canto suele representarse una versión acompañada de piano que nos priva de la exquisita textura orquestal trabajada por el compositor. 
La versión expuesta, grabada en 1980 por Sony Classical, nos presenta a dos glorias del canto en el mejor momento de sus carreras y totalmente entregados a sus respectivos papeles. Escuchándolos uno puede imaginarlos moverse por un escenario en sus idas y venidas interminables y en todos sus diferentes estados de ánimo. Renata Scotto, actriz y cantante sin igual encuentra en esta obra un campo abonado para su histrionismo musical presentándonos un adecuado estudio psicológico del personaje que ríe, se enfada y seduce a partes iguales. Renato Brusón imposta la voz para presentarnos un Conde ridículo en sus fantasías y ataques de celos que finalmente cae rendido a los pies de su mujer. Atención especial merece el momento en el que Susana sugiere a su marido que su "vicio" es algo normal en las mujeres y que incluso su propia madre lo comente.... dejando al Conde totalmente estupefacto. Puro teatro.
La dirección de Sir John Pritchard, afamado director mozartiano, brinda una lectura dinámica y brillante ligeramente perjudicada por la reverberación típica de las grabaciones de Sony. Como viene siendo habitual en la casa, la obra se divide en muy pocos cortes, 4 para ser exactos (Obertura, primera parte, aria de Susana y Final) lo que en este caso, dado el continuo musical de la obra no representa ningún problema.
Esperemos que Sony traslade próximamente esta grabación a su serie The Sony Opera House, aunque nos privará de la bellísima portada que acompañó a la edición en disco para regalarnos una de esas aberraciones que actualmente se utilizan en las reediciones discográficas.
Estoy seguro de que pasaran un rato muy agradable y pasará a ser una de sus óperas favoritas. Después de escucharla uno entiende porqué disfruta tanto de la ópera.
  


2 comentarios:

  1. Preciosa publicación!!!!!! Es verdad, es una Opera que lamentablemente se representa muy poco y es muy divertida!! Éxitos en tu nuevo Blog!!

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  2. Muchaas gracias, hermosa grabacion.

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