miércoles, 8 de mayo de 2013

PUCCINI - LA RONDINE - ANNA MOFFO ¿UNA OBRA MENOR?


Como es posible que alguien se haya quedado con las ganas después de leer los comentarios en la entrada del obituario de Piero de Palma creo que lo mejor es publicar esta hermosa ópera en la que el tenor tiene un papel más que destacado para convertirse en casi uno de los protagonistas del drama.

Pero no nos adelantemos, primero la obra y luego los interpretes.

Puccini empieza la composición de esta pieza en 1913 partiendo de un libreto de Giuseppe Adami por encargo de los responsables del Carltheater de Viena con la forma de una Opereta. El compositor asume la composición una vez deja claro que no va a recurrir al diálogo hablado propio del genero musical vienes en favor del continuo musical habitual de su estilo. 

El último estreno de una obra suya se había producido en 1910 de Nueva York (La Fanciulla del West) y el compositor había entrado en una de sus crisis compositivas que él acusaba a la falta de un libreto adecuado. A estas alturas Puccini era ya un compositor consagrado dentro y fuera de Italia con obras como Manon Lescaut, La Boheme, Tosca y Madama Butterfly, lo que provocaba en él la ansiedad por estar a la altura de lo que podía esperarse de su arte.

La obra queda terminada en 1916 pero el estallido de la Primera Guerra Mundial impide su estreno en Viena y éste se produce finalmente en Montecarlo, en 1917, con el protagonismo de Gilda dalla Rizza y Tito Schipa. 

Pese al éxito de público y crítica Puccini no queda satisfecho y llegará a realizar tres versiones de la obra (1917, 1920 y 1921) modificando sustancialmente el final siempre dentro del canon del drama, y realizando añadidos y cortes en los dos actos.

Para colmo de males, parte de la tercera versión se perdió en el incendio de Casa Sonzogno (propietaria de los derechos) durante un bombardeo aliado y no pudo ser reconstruido hasta época muy reciente conociendo su estreno definitivo en 1994.

Una bellísima producción de 1988 en la Washington National Opera protagonizada por la soprano española Ainhoa Arteta con producción de Marta Domingo, reúne todo el material de las tres versiones optando por el final que más convencía al autor y que culmina con el suicidio de la protagonista. Recientemente, la pareja formada por Angela Gheorghiu y Roberto Alagna ha reivindicado el valor de esta pieza en varias representaciones internacionales completada con la grabación de una de sus mejores versiones discográficas y la obra parece que va encontrando su puesto en los teatros.



Pese a todo, y aun teniendo en cuenta el poco éxito y repercusión de esta ópera entre el gran público, es posible que estemos ante las más redondas y románticas obras de Puccini, que contiene una de las arias más famosas de su autor y posiblemente de todo el género "Chi il bel Sogno di Doretta". Reproducida en el cine y la televisión, versionada, distorsionada, cantanda y grabada por todo tipo de sopranos, dramáticas, líricas o ligeras incluso alguna mezzo audaz, es junto al "O mio Babbino caro" de Il Trittico una de las arias que más ha trascendido el genero operístico para instalarse en la memoria popular.


Breve, brillante, profusamente melódica, con una orquestación exuberante  romántica y a la vez dramática, se nota que Puccini puso mucho más que rutina en su composición. Si escuchamos con detenimiento podemos oír reminiscencias de La Boheme, de Tosca, de Madama Butterfly y además, anticipos de melodías que el compositor desarrollará en Il Trittico (compuesta paralelamente) y en su inconclusa última obra, Turandot.

Puccini logra conjugar el aire vienes con su estilo italiano introduciendo valses en el segundo acto así como conjuntos (Nella dolce carezza) y dúos (Perche mai cercate di saper) inspirados en la opereta vienesa.

Magda es quizá su heroína más atípica ya que no comparte el fatalismo de otras protagonistas Puccinianas. Para ella su amor no es una obsesión sino una esperanza, una ilusión que vive desde el convencimiento constante de su imposibilidad lo que incita al espectador más a la simpatía que a la lástima.

El argumento ha sido comparado en algunas ocasiones con La Traviata por el carácter mundano de su protagonista y, en su primera versión, por el abnegado alejamiento de la protagonista de su amado renunciando al sueño de un amor verdadero, aunque los motivos aquí son diferentes.

En el París de mediados del XIX, Magda (soprano), una joven demimoinde, mantenida del rico banquero Rambaldo (barítono) pasa su tiempo en entretenimientos frívolos atendiendo visitas tan ociosas como ella misma. Sin embargo dentro de si guarda un sueño, una esperanza de encontrar un amor verdadero. Prunier (tenor), un amigo poeta y enamorado de Lisette (soprano), doncella de Magda, aviva con sus fantasías el sueño de la joven y predice su próximo vuelo como una golondrina (título de la obra) hacia el mar como una metáfora del amor verdadero. La visita del hijo de un amigo de Rambaldo, Ruggero, un joven provinciano en su primera visita a París, se desarrolla sin la presencia de Magda que escucha la conversación tras un biombo. La voz y la actitud del chico avivan sus ensoñaciones de encontrar el amor verdadero.  

Magda decide evadirse del ambiente opresivo que la rodea y sale sola esa misma noche a un local nocturno de fama que sus amigas han recomendado a Ruggero durante la velada anterior con la esperanza de encontrarlo. Entre los dos nace el amor a primera vista y con la complicidad de Prunier, que aparece casualmente por el local junto a Lisette, Magda consigue esquivar a Rambaldo y huir de París.

Refugiados en la Costa Azul los dos enamorados viven su pasión gastando todos sus ahorros. Pero Magda siente remordimientos por haber ocultado la verdad de su existencia y así se lo expresa a Prunier que, junto con Lisette, hacen una visita a su antigua amiga. Ruggiero ha ido al pueblo mas cercano a por el correo y Magda, sola medita sobre el incierto futuro de una relación basada en el engaño.

En este punto Puccini, descontento con la melodramática versión inicial modifica en final en las revisiones efectuadas, existiendo así dos versiones totalmente distintas:

En la primera versión Ruggiero vuelve con una carta de su madre en la que consiente al matrimonio de los jóvenes lo que provoca que Magda le desvela la verdad y renunciando a él regresa al lado de Rambaldo.



Más propenso al drama que al melodrama, la segunda versión se inicia con el regreso de Ruggiero que esta vez llega con una carta anónima que le desvela la identidad de Magda. El joven se siente traicionado y reprocha a Madga su actitud para terminar abandonándola. Ella, desesperada se adentra en el mar para no regresar. (Un final a lo Joan Crawford)


La versión propuesta, como ya anticipé al inicio del post, está enlazada con la anterior publicación del Blog que recordaba la figura de Piero de Palma, y que aquí asume el rol de Prunier, el amigo poeta de Magda. Un complicado rol de tenor por su alta tesitura y cuya función en la trama va más allá de coprimario. Sobresaliente como siempre, de Palma nos deja una actuación memorable.

Anna Moffo, en un momento vocal envidiable, tiene el buen gusto de no ofrecernos una Magda tan cursi como escuchamos en otras ocasiones (recordemos aquí a una dulzona aunque suficiente Kiri te Kanawa junto a un tirante Plácido Domingo en un meritoria aunque frustrada versión dirigida por Lorin Maazel para la CBS). La Moffo no pierde el carácter ensoñador del personaje pero ofrece una Magda más carnal, mas humana. Lástima que no se optara por el segundo final que su talento dramático habría aprovechado al máximo. Su interpretación del aria del primer acto es modélica sin caer en el amaneramiento que muchas sopranos han dado a la página y que desvirtúan el personaje conviertiéndolo en ñoño. Desconozco si llegó a representarlo en escena pero además tiene el físico y la belleza adecuada para el personaje.

Daniele Barioni, con una bellísima voz de tenor, nos ofrece un convincente retrato del enamorado Ruggiero en el que es su único registro disco discográfico de una opera completa, y nos hace lamentar no disponer mas grabaciones de su arte. 

Mario Sereni y Graziella Sciutti completan el quinteto protagonista con su demostrada solvencia en roles de menos peso pero igualmente destacados en el devenir de la trama.

El directo italiano Francesco Molinari-Pradelli fue uno de los pocos valedores de la obra en los años 60 y 70 del pasado siglo y eso se nota en el amor y el detalle de la dirección. (Suyo es un pionero registro videográfico de la obra en 1958 protagonizado por una Rossana Carteri vocalmente en estado de gracia aunque perjudicada por una dirección escénica un tanto ridícula).

Para completar propongo unos ejemplos musicales tomados en su mayoría de la versión comercial encabezada por Angela Gheroghiu y Roberto Algana. En primer lugar, como no, el aria de la protagonista "Chi il bel sogno di Doretta" y el aria del tenor "Parigi! E la cita dei desideri" recuperada de la versión de 1920. Ambas incluidas en el primer acto.

Del segundo acto el conjunto "Nella dolce carezza" y el duo de los protagonistas "Perque mai cercate di saper" citados anteriormente por su combinación de italianitá y sabor vienés.

Para terminar, dos versiones totalmente distintas del conjunto central del segundo acto: la primera, en la forma de un cuarteto con coro y que pertenece a la primera versión, y la segunda, aparecida en el estupendo disco "Puccini Ritrovato" con el concurso de Placido Domingo y Violeta Urmana, recupera la versión de 1920 que elimina el coro de la pieza alterando el orden de entrada de los protagonistas y la vocalidad del poeta Prunier que aquí pasa a ser barítono.



Solo advertir que los cortes de las pistas del primer disco son un poco bruscos pero no dispongo de otra copia de los archivos. Aun así resultan suficientes para apreciar la belleza de esta obra y lo extraordinario de la grabación.

http://www.4shared.com/zip/cQdaoAfU/Puccini_-_La_Rondine.html

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